jueves, 16 de agosto de 2012
Clan Hávamál: Crónica de Wolin
Hace poco mas de dos años que me uní al Grupo de Recreación medieval escandinava Clan Hávamál, del que entonces solamente formaban parte mi hermano Agustí Farigola (Jarl Angus Faerigölassön) y su inseparable amigo Paco Barluenga (Frank Barlongassön). Hoy en día ya formamos parte del Clan dieciséis personas y puedo decir que somos mas que un grupo, una familia seria la palabra mas adecuada para definirlo.
Básicamente intentamos recrear a los suecos de entre los siglos IX al XI que, a diferencia de los otros "pueblos" escandinavos, los Noruegos, Daneses e Islandeses, optaron por la ruta comercial del este hasta Bizancio, lo que actualmente conocemos como Estambul (Turquía).
Estos "vikingos" suecos eran denominados por los pueblos del este como los RUS y fueron los primeros fundadores de lo que actualmente conocemos como RUSIA (de ahí viene la palabra).
Se fueron instalando poco a poco por todo el territorio hasta que se fundieron con los pueblos eslavos autóctonos adoptando sus costumbres y compartiendo sus formas de vida.
También denominados VAREGOS llegaron a formar parte de un cuerpo militar de élite del mismísimo emperador de Bizancio: la famosa Guardia Varega.
Porque todo este rollo os preguntaréis......pues para dejar constancia de que el mayor festival recreacionista de este "pueblo" del que os he hablado y del que el grupo al que pertenezco intenta recrear se celebra cada año a principios de Agosto en la isla de Wolin (Polonia).
Para nosotros este festival, y toda la gente que participa, ha sido nuestra mayor fuente de inspiración, tanto a la hora de confeccionar nuestras vestimentas como a la hora de construir el material para nuestro campamento.
Podemos decir que es la MECA del Clan Hávamál y, como no, pues una vez en la vida hay que asistir cosa que se ha podido cumplir este año 2012.
Desgraciadamente sólo he podido acudir yo a tal evento pero me he empapado bien de todo lo que he visto y he tomado nota de muchas cosas para ir mejorando poco a poco.
..........
Fue el Sábado día 4 de Agosto a las 07:00 de la mañana cuando partí desde Berlín junto con mi señora esposa rumbo hacia Wolin (Polonia). Tres largas e interminables horas en coche nos separaban Wolin de la capital germana.
A falta de 30 kilómetros del destino el día empezó a cambiar, más nubes, temperaturas mas bajas y un tiempo inestable nos acechaba.
Al llegar a Wolin no tardé mucho en localizar el campamento vikingo, justo a la entrada del pueblo. Y desde la autopista ya se podía ver la multitud de tiendas y los rastros de humo que dejaban las innumerables hogueras que había encendidas y que calentaban las tiendas de estos hombres del norte.
Aparcamos el coche y me "tuneé" de vikingo con mis mejores galas. El pueblo en si (no la isla donde se celebraba el festival) estaba lleno de vikingos que se mezclaban con los lugareños del s.XXI.
Para llegar a la isla habían montado un puente móvil que estaba custodiado por el ejercito polaco. Un puente que conectaba el siglo XXI al siglo X. Fue allí cuando me fijé que muchos de los recreacionistas que lo cruzaban, o iban con zuecos o simplemente iban descalzos. Eso me mosqueó pues mis zapatos eran prácticamente nuevos y me temía lo peor. Efectivamente, fue cruzar el puente y llegar al mayor barrizal que he visto en mi vida!!! se me hundían los pies hasta los tobillos!!! Menos mal que nos dio la bienvenida un grupo de eslavas entonando cánticos de la época acompañadas de autenticos instrumentos antiguos y eso me retiró momentáneamente de la mente el barrizal y mis zapatitos nuevos.
Sinceramente y de todo corazón puedo decir que en ese momento me trasladé 1000 años atrás. Era todo....el ambiente, la gente vestida de época, las casas construidas como hace diez siglos, los campamentos, los olores a comida de antaño, a leña quemada, etc..... UNA PASADA!
Había muchísimo turista suelto y por un momento me sentí como un cantante famoso paseando por la Diagonal de Barcelona. Me paraban cada dos por tres para hacerse fotos conmigo!!!.
Todo era inmenso, había unas 200 quizás 300 tiendas de época, música en directo en cada rincón, niños llenos de barro hasta las cejas mendigando a los turistas, vikingos en pelota picada dirigiéndose al embarcadero para darse un baño en el Báltico.....si, si, he dicho embarcadero.....había tres reproducciones de Knors Vikingos (Drakkars para que nos entendamos) en los que los turistas disfrutaban dando un paseo en ellos mientras un grupo de vikingos remaban al son de los berridos del capataz....todo por un módico precio claro......
Entre las mismas tiendas estaba el mercado de artesanía, todo dirigido al pueblo escandinavo y eslavo, desde colgantes con martillos de Thor hasta espadas que empuñaría el mismísimo Harald Haldrada. Eso si, todas las tiendas y tenderetes rodeados de barro hasta los topes...como no. Vi a muchísima gente luchando para que su campamento no se inundara haciendo surcos y canales alrededor de sus tiendas.
Fué entonces cuando empecé a notar mi garganta seca, necesitaba tomar algo fresquito y donde mejor que pedir una cerveza que en una fortaleza vikinga del carajo.....sorpresa me llevé cuando me dijeron que dentro del campamento no se vendía alcohol, que tenia que salir fuera del recinto para poder comprarlo y consumirlo....e igual pasaba con el tabaco...NO SE PODÍA FUMAR EN EL CAMPAMENTO!!! (esto último lo averigüé después de recibir la bronca de una señora vikinga de 300 kilos cuando me sorprendió mirando una tienda con un piti en la mano).
Pues OLE SUS COJONES la organización, me pareció muy bien la idea.
Hablando de la rigurosidad historica...le doy un 12 sobre 10. La gente estaba muy puesta en el tema, NADA DE ANACRONISMOS (no vi ni una botella de plástico en ningún campamento, ni tan solo una mochila ni un paquete de clinex).
A las 13:00 se celebraba el torneo de lucha individual en el que cada Clan presentaba a su mejor guerrero. Se lo tomaban MUY en serio, parecía un combate de boxeo. El combatiente esperaba sentado en un baúl, concentrado, esperando a que lo llamaran al "ring". A su izquierda un compañero de Clan le sostenía el escudo y a su derecha otro le sostenía la espada. Cuando volvía del combate se volvía a sentar en el baúl y un tercer compañero del Clan le proporcionaba un cuenco con agua para refrescarse. Allí fue cuando localicé a Marcin Lutomsky, uno de los precursores de la recreación vikinga y eslava en Polonia. Era uno de los árbitros del torneo y, lo mas importante, era el artesano que había confeccionado la armadura lamelar de cuero que meses atrás yo le había pedido :).
Al finalizar el torneo me dirigí a él y con mi inglés de cuenca de fui a decir algo como..." Hola, yo ser Martí de España y vengo en busca de mi armadura lamelar".....él me sonrió y me dijo "follow me"....aunque sonaba muy mal gracias a dios que el día que en el colegio me enseñaron ese verbo estuve atento y lo entendí perfectamente. Me llevó a su furgoneta y allí estaba....una obra de arte hecha a mano!!!! solamente por eso valió la pena el largo viaje a tierras eslavas.
Empezó a llover como nunca, el suelo se encharcó todavía mas, los recreacionistas improvisaban pasarelas con tablones de madrera para no tener que navegar al ir de un lado a otro.....pero todo era muy auténtico!
La comida deliciosa (Carne, carne y mas carne) y muy barata, cosa que no puedo decir de todos los productos que ofrecían los artesanos.
Aproveché que todavía la gente comía para ir de compras y saldar todos los pedidos que me habían hecho los de mi Clan. Parecía mi mujer un sábado en el Corte Inglés...que si how much esto, que si how much lo otro, que si como me queda esto, etc, etc, etc.....
A las 16:00 de la tarde empezaba la gran batalla entre eslavos y vikingos, una batalla de unas 200 personas por bando, increíble!. Entonces llovía a mansalva. Los golpes te ponían los pelos de punta, los gritos, los tambores de fondo.....una pasada!!
Al terminar la batalla me dirigí al campamento del Clan de los Jomsvikings donde pude hablar y conocer en persona con Igor, su comandante.
Después estuve presente en el concurso de barbas, donde un jurado femenino compuesto por 4 jóvenes vikingas decidían cual de los participantes tenia la barba mas larga y mas original de todas.
Ya empezó a anochecer y mis pies destrozados de tanto andar y mojados como nunca me suplicaban un descanso.
Era hora de partir, de dejar atrás el siglo X. Una experiencia inolvidable. Solo puedo decir que QUIERO VOLVER y que la próxima vez no lo pienso hacer solo, lo haré con mi familia, MI CLAN.
Marthin "Berusaden" Faerigölassön.
Mariscal Portavoz del Can Hávamál, hermano de sangre del Jarl de las tierras del Este Angus Faerigölassön.
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