La pasada semana, 11 al 19 de julio, se celebró en Trelleborg Slagelse (Dinamarca), el ya veterano festival vikingo, donde más de 800 recreadores se reúnen cada año.
Tras alrededor de una hora en coche desde Copenhague llegamos al destino: Vikingeborgen Trelleborg. Si bien no es la primera vez que asistíamos, siempre invade una sensación especial al pisar un suelo en el que sabes que los auténticos vikingos pisaron.
Aprovechamos para sacar unas fotos del pequeño museo ya que la última vez se nos escapó. Al salir, te topas con la impresionante vista de los prados verdes y la multitud de tiendas históricas. En la parte izquierda está situada la gran Lanhus y un poco más allá el montículo circular de la que fue una verdadera fortaleza vikinga, el Trelleborg.
El festival hace especial hincapié en los talleres divulgativos ofreciendo al visitante una gran variedad, desde teñido y tejido, gastronomía, carpintería, metalurgia, etc. Gracias a ello, el campamento irradia una vida y realismo difícil de encontrar en otros eventos. Verdaderamente se trata de un museo viviente totalmente interactivo en el que el público puede participar y aprender (de 10 a 17h). Por supuesto tampoco faltan los combate, todos los días hay entrenamientos de lucha preparándose así para las grandes batallas de sábado y domingo.
Acompañados por nuestros amigos del Clan Ulfhednir, nuestros anfitriones, visitamos y participamos en diversas actividades; además de una obligatoria ruta de shopping, pues no hay que olvidar que el festival en su conjunto es un gran mercado de artesanía.
En el que tuvimos la oportunidad de conocer a grandes artesanos como: el artista de Volundr, con el que disfrutamos de un momento verdaderamente emotivo hablando dentro de la Lanhus. También pudimos conocer a la magnífica Savelyeva, cada vez más popular en el ámbito recreacionista (y con razón), puesto que sus atuendos son completas obras de arte. Su marido, Ivan es también un prestigioso joyero ruso con el que ya habíamos coincidido años atrás en el mismo festival.
Dado el tremendo ambiente aprovechamos para fotografiarnos con el libro de Laia San José Beltrán “Quienes fueron realmente los Vikingos”, con el que tenemos el propósito que nos acompañe este verano en nuestras incursiones; colaborando así en su difusión.
Y para finalizar, quiero dar las gracias a la familia de Dinamarca, al primo Luis y al grande no... ENORME clan Ulfhednir, pues su hospitalidad fue encomiable.
Y para finalizar, quiero dar las gracias a la familia de Dinamarca, al primo Luis y al grande no... ENORME clan Ulfhednir, pues su hospitalidad fue encomiable.
Crónica de Lluc Amengual
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