Historia

 HISTORIA DEL CLAN HÁVAMÁL

El Clan Hávamál nació en algún lugar de las costas Bálticas, en algún momento entre los siglos IX y X. Las fechas se olvidan, los nombres y hazañas perduran.

Un puñado de Varegos, que se fueron conociendo a lo largo de los años en campañas al servicio de los reyes de Kiev o los emperadores de Bizancio, unieron sus fuerzas movidos por sus deseos de botín, gloria y honor con los que ganarse un puesto en la casa de Oðinn.
Jarl solo hay uno, guerreros lo son todos, incluso las mujeres que les acompañan, sirven y apoyan.

Algunos son más habilidosos con las herramientas, otros poseen gran saber artesanal, otros con grandes apetitos terrenales, algunos con facilidad en las lenguas cristianas, otros conocidos como sacos de vino del emperador pero todos vikingos paganos, todos valerosos guerreros amantes del buen beber, el buen comer y sobre todo la guerra con sus canciones de espada y aromas de sangre.
Desde el sur de Suecia hasta las orillas del Volga, cruzando las praderas de Polonia hasta el Bósforo, todos anduvieron por algunas de esas tierras, pero todos se unieron bajo un estandarte para marchar a los confines del continente, donde los reinos y hombres de un solo dios luchan entre sí: a Hispania.


Los Varegos, la historia menos conocida de los Vikingos,
por Carlos Salvador Martínez

Son relativamente bien conocidas las correrías vikingas en el Atlántico, sobre todo la historia de los guerreros nórdicos en las Islas Británicas, bien retratada por el cine; y no menos conocido es el ejemplo de Islandia, donde aún hablan un idioma más parecido al noruego antiguo que el que hablan los propios noruegos actuales.
Allí, en Islandia, se conservaron mejor que en ningún lugar las sagas que contaban las aventuras de este pueblo. Sin embargo, no sólo el Atlántico y la Europa occidental supieron de los vikingos.
El Mar Báltico fue controlado por ellos durante una buena parte de la Edad Media, y a través de los innumerables lagos y ríos finlandeses y bálticos profundizaron hasta llegar a lo que hoy conocemos como Rusia y Ucrania, llegando por el Mar Negro a Constantinopla y por el Caspio hasta Persia, surcando impresionantes ríos como el Dniéper y el Volga

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La sociedad escandinava

Antes de hablar de las rutas orientales, vamos a conocer un poco más a los vikingos:
Cuando hablamos de vikingos no nos referimos a un pueblo, sino a una actividad. Un vikingo no dejaba de ser lo que hoy en día conocemos como un pirata, por tanto cuando nos referimos a la gente de Escandinavia (Noruega, Suecia) o de Dinamarca como vikingos, estamos cometiendo un pequeño error, pues todos ellos no se dedicaban al pillaje. La palabra vikingo no tiene una explicación muy clara, pero podría ser “habitante de la bahía o del fiordo”.
El periodo que va entre los años 750 y 1100 aproximadamente, es lo que se denomina era vikinga. La organización de los pueblos germanos queda bien retratada con lo que conocemos de los escandinavos. En la cima de la sociedad estaba el jarl (vocablo prácticamente idéntico al inglés earl: conde), que era el líder militar y civil en su sociedad, en definitiva, el gobernante. Bajo él se encontraban los bondi (cuyo significado era el de propietarios, de similar origen es la palabra inglesa husband, que venía a significar propietario de la casa). Los bondi trabajaban en sus granjas, eran artesanos, pescadores, etc. Eran propietarios y por tanto también eran libres. Después estaban los huscarles, que eran los hombres de confianza del jarl. En el último escalón se encontraban los esclavos o thraells, éstos ayudaban en las tareas de los bondi y no necesariamente eran maltratados, todo lo contrario porque incluso en algunas ocasiones se les daba la libertad y alguna propiedad.

A veces los jarls elegían de entre ellos al que consideraban mejor para liderarlos. Normalmente cuando se aliaban para guerras contra otros jarls o contra pueblos ajenos a su cultura, éstos eran los que se consideraban como reyes, pero su reino no era estable, ni sus alianzas entre jarls tampoco. La estabilidad de los reinos no comenzó hasta el final de esta época.

Varegos asaltando Bizancio
Como en cualquier cultura de la época, los escandinavos vivían de lo que producían sus granjas, de los recursos naturales que obtenían en sus terrenos, y de su gran capacidad comercial. Fue el pueblo que más viajó en su época, gracias a los barcos tan bien construidos que poseían y a sus grandes dotes de navegantes.

Entonces, ¿quiénes eran los vikingos? Los vikingos eran en su mayor parte bondis con pocas propiedades y que necesitaban riqueza con la que obtener terrenos, o bien colonizar terrenos lejos de su hogar original. En ocasiones también iban con ellos esclavos liberados que no tenían ninguna propiedad y necesitaban hacerse su propia fortuna e incluso mercenarios de otros pueblos vecinos que no tenían nada que perder y veían una oportunidad para su futuro embarcándose como vikingos,  contándose entre ellos germanos, británicos, fineses, etc...

En ocasiones algunos jarls llegaron a formar grandes ejércitos para conquistar países enteros, como sucedió con Inglaterra cuando aún estaba en fase embrionaria y no era más que un conjunto de reinos anglosajones.

Reconstrucción de un Poblado Vikingo
¿A qué se debe su mala fama? Siempre se les tachó de ser los más brutos y crueles, pero en realidad no hacían más tropelías que las que hacía cualquier señor feudal o ejército real en la época. Entonces, ¿porqué se les dio esa fama tan aterradora?. En primer lugar, su mayor defecto para la época es que eran paganos, al menos al principio, y no se paraban ante ninguna autoridad religiosa. Además teniendo en cuenta el botín tan fácil y suculento que suponía un monasterio desguarecido, se inicia oficialmente la era vikinga precisamente con el saqueo del monasterio de Lindisfarne, al Norte de Inglaterra. En segundo lugar, en aquella época eran los religiosos los que tenían los conocimientos y capacidad para elaborar las crónicas, y aunque eran más precisos y acertados en los datos que las sagas nórdicas, eran enormemente subjetivos tratándose de gente que no era cristiana, atribuyéndoles más brutalidad de la que realmente usaban, que no era poca.


El Báltico y Escandinavia

El Báltico y Escandinavia son zonas en las que abundan las islas, los lagos y los canales naturales, por lo que los vikingos, con sus barcos ligeros y rápidos, se adueñaron rápidamente de la zona, convirtiéndola en un centro de operaciones muy útil para sus operaciones comerciales, ya que no les costaba nada atravesar ese intricado mar de islas y lagos. En la época de la que estamos tratando, el clima era algo más cálido que en siglos anteriores, ya no existía la amenaza de los hunos, y los pueblos bárbaros ya se habían asentado en la mayoría de los casos en sus lugares definitivos. El clima más benigno permitía una vida más fácil en territorios tan norteños como el Báltico y Escandinavia, e incluso las remotas Islandia y Groenlandia no parecían tan inhóspitas. Por otra parte, en estas zonas el cristianismo no había llegado o llegaba a duras penas, y los pueblos que lo poblaban eran un complejo rompecabezas de culturas diversas.
Por un lado los escandinavos, de los que ya estamos hablando ampliamente, compuestos por pueblos germánicos muy similares entre si; por otro, y ocupando la mayor parte de la Península Escandinava y zonas próximas al Báltico nororiental, nos encontrábamos a los ugrofineses, compuestos por los saamis, también conocidos como lapones; los suomos, origen de los fineses propiamente dichos; y los eesti o estonios, todos ellos muy cercanos, cultural y lingüísticamente hablando, entre sí y con otros que viven dispersos por la actual Rusia.

Algo más al sur, los pueblos bálticos, como por ejemplo los lituanos y letones; y finalmente gente venida de las estepas orientales, forzados siglos atrás por el empuje de los hunos, principalmente pueblos de habla eslava que llegaban hasta la actual Polonia y buena parte de la costa báltica alemana. Todos estos pueblos en su mayoría desconocían la escritura y tenían una organización social muy inferior a la escandinava, por lo que no suponían una gran amenaza. Sin embargo el Imperio Carolingio sí era en principio una amenaza importante, dado su interés por expandirse a costa de pueblos bárbaros y paganos, y que por tanto había que evangelizar. De ahí que los límites meridionales de la antigua Dinamarca estaban fortalecidos por la Danevirke, una muralla defensiva creada por los daneses con intención de evitar una posible invasión por parte delos francos.

La riqueza del Báltico y Escandinavia era importante. Al margen de lo que pudieran producir las granjas, había una pesca rica en el Mar del Norte, grandes bosques de los que obtener buena madera, marfil procedente de las morsas del Ártico, y una buena cantidad de ámbar, además de pieles y otros productos naturales. Por tanto, la materia con la que comerciar era muy rica y variada.

Otro tipo de comercio que les daba pingües beneficios era el tráfico de esclavos, esclavos que eran raptados en los mismos lugares donde saqueaban y que estaban bien pagados sobre todo en el floreciente mercado de Bagdad o en la propia Constantinopla.

Rurik y Nóvgorod

Las primeras crónicas rusas hablan de un tal Rurik, rey semi-legendario fundador de la  dinastía Ryurik o Ryurikida, que gobernó Rusia hasta el año 1598 con la muerte de Fiodor I. Este tal Rurik pudo ser un “sueco” llamado Roderik, Hrodrik o Rorik que gobernó en Nóvgorod entre el 862 y el 879. Los diferentes pueblos eslavos y ugrofineses veían en estos visitantes que pasaban a comerciar con sus barcos gente bien organizada  y poderosa tanto económica como militarmente.

La leyenda cuenta que estos pueblos eslavos y ugrofineses invitaron a Rurik y sus hombres a que los gobernaran. Este hecho tan insólito, fuera verdad o un eufemismo, se dio en un periodo de transición, que llevó desde un periodo de desorden entre las distintas tribus al comienzo de una nueva nación, conocida como el Rus o Gardariki en las sagas.

El Gardariki de las sagas debe su nombre precisamente a este periodo en el que las  diferentes tribus eslavas se iban asentando, dejando sus hábitos nómadas y formando poblaciones estables bien guarnecidas por fortalezas. De ahí el nombre Gardariki, que deriva de Garda o Gard, algo así como fortaleza o recinto fortificado y Riki o Rik, reino, por tanto Gardariki sería el Reino de las Fortalezas.

Pero el principal asentamiento de Gardariki y que dio nombre durante un tiempo a una gran región de Rusia fue Nóvgorod, cuyo nombre en este caso ya es eslavo, siendo Nov o Noviy nuevo y Gorod o Grad ciudad, por tanto sería una nueva población creada en la misma zona que antiguos asentamientos eslavos.

Rurik y sus hermanos Truvor y Sineo llegan a Ladoga


A diferencia de otras zonas como Gran Bretaña o Irlanda donde los noruegos y daneses dejaron muchos topónimos, en esta zona pronto olvidaron su lengua y adaptaron muchos nombres a las formas eslavas. Así pues, gente como Ingvar, Helig o Helga pasaron a llamarse Igor, Oleg y Olga.
Nóvgorod estaba situado junto al río Vóljov, muy próximo al lago Ilmen. Por este mismo río se llegaba hasta el lago Ladoga y comunicando a este último, el río Nevá, que llega hasta el Golfo de Finlandia. A partir de allí se podía ir a Escandinavia, cruzando el Báltico.

Las crónicas bizantinas explicaban que desde Nóvgorod, seguían por el río Lovat hasta las colinas de Valdái, y allí por una ruta comercial llegaban al Dniéper y pasando por Kiev, en varias etapas, alcanzaban el Mar Negro desde donde era fácil llegar a la Gran Ciudad de Constantinopla (Miklagard para los nórdicos). Allí vendían principalmente pieles, cera, miel, ámbar y esclavos.

Estas rutas no estaban exentas de problemas, sobre todo al principio. Los diferentes pueblos hostiles les exigían tributo por atravesar sus tierras y a veces hasta les tendían gruesas  cadenas que les obligaban a tomar tierra y enfrentarse o pagar. Además de estos obstáculos, resulta extraña esta ruta porque, sería mucho más sencillo viajar desde Escandinavia, por ejemplo, por el Vístula, y luego enlazar por el Bug al Dniéster ahorrando muchos kilómetros de viaje. ¿A qué se debe esta ruta tan larga, si los vikingos, que eran grandes navegantes, se orientaban sin problema en los viajes? Al parecer, se debe a que los primeros asentamientos Varegos tendían hacia el este más que hacia el sur, en busca de la plata de Bagdad.

Rutas Varegas en Azul y Rojo

Una ruta mucho más lógica pero con rumbo al este, era viajar pasando por los lagos Ladoga y Onega y el Lago Blanco alcanzando el Volga y pasando por territorio búlgaro (no confundir los búlgaros del Volga con los que se asentaron en la actual Bulgaria) y territorio jázaro, llegando al Caspio y allí, a todos los pueblos próximos a sus costas.

Del origen de los búlgaros no se tienen datos seguros, pueden ser descendientes de pueblos ugrofineses al igual que los húngaros o magiares, o de los propios hunos, también de origen desconocido. Pero a diferencia de los húngaros que mantuvieron su propia lengua, los búlgaros adoptaron una lengua eslava. Parte de este pueblo se mantuvo en las estepas rusas, pero algunos se trasladaron a la zona de los Balcanes viviendo en lo que hoy es más o menos la actual Bulgaria. Los búlgaros de las estepas adoptaron el Islam, mientras que los que llegaron a Europa se convirtieron al cristianismo ortodoxo. Respecto al hecho de la religión, es curioso el papel que jugaron los jázaros, un pueblo de origen turco que optó por algo insólito: se convirtió al Judaísmo. Este hecho es insólito ya que el judaísmo no es una religión que practique el proselitismo, lo normal es que se practique el judaísmo si se ha nacido en una familia hebrea, y aunque no es imposible, no es ni fácil ni habitual convertirse a esta religión.
Los jázaros, a diferencia de búlgaros y otros pueblos, mantuvieron unas buenas relaciones con Constantinopla en la mayoría de los casos y su situación geográfica entre el Mar Negro y el Caspio contuvo durante un tiempo la expansión del Islam.

Figurilla de Buda encontrada en un tesoro Vikingo en Helgo (Suecia)


Volviendo al tema principal, los varegos hicieron grandes fortunas con esta ruta. La plata, que en aquel entonces era muy abundante en Serkland (Tierra de los Sarracenos), llenó las arcas nórdicas con su comercio. En Suecia se han encontrado varios tesoros con muchas monedas de plata con inscripciones claramente árabes. Se supone que llegaron mucho más lejos, por lo que no sería de extrañar que llegaran incluso a China, y un indicio que haría sospechar de ello fue encontrar una figurilla de Buda procedente con toda seguridad del Norte de la India.

Kiev

Culturalmente hablando, los escandinavos apenas dejaron rastro en Rusia, pero sí organización militar, comercial y política.

Se expandieron progresivamente hacia el sur mucho más rico e interesante, y los asentamientos se iban haciendo más importantes, como el que anexionó Óleg, descendiente de Rurik, y que gobernaban anteriormente Askold y Dir, varegos también, que saquearon Bizancio pero que rendían tributo a los jázaros en aquel momento.

Estamos hablando de Kiev. Con la unión de Nóvgorod y Kiev se creó el Rus de Kiev, que dio lugar al nombre de la actual Rusia, pero ¿de dónde viene la palabra Rus, que denomina tanto al territorio como a sus habitantes?

El origen no está muy claro, pero la teoría más plausible es por la gente que venía con Rurik, que se denominaban Rus y eran suecos. Curiosamente en idiomas como el finés o el estonio, a Suecia se le denomina Ruotsi o Rootsi respectivamente. Pero a estos príncipes procedentes de “Suecia” les costaba imponerse al principio a sus súbditos eslavos.

De Rurik se puede decir muy poco que sea fidedigno, y de sus primeros sucesores, como  Oleg, Igor, Olga y Sviatoslav, lo que se sabe es más folclore que historia precisa. Aún así conocemos algo: De Olga, la regente viuda de Igor, se sabe que se convirtió al cristianismo en Constantinopla, dando fe de ello el propio Constantino VII en algunas crónicas.
Antes de la llegada de los nórdicos, los eslavos eran conocidos en Bizancio por su democracia: “Todo lo que está relacionado con el bienestar, ya sea la comida o la enfermedad, se consulta al pueblo”, decía Procopio, seudo Mauricio.

Pero la buena o mala política dependía de los descendientes de Rurik. Olga por ejemplo organizó el gobierno, regularizó la recaudación de impuestos, que antes era pillaje al antojo del recaudador, y sometió a los drevlianos, que habían matado a su marido Igor.
Pero Sviatoslav prefirió el pillaje, sometió a los jázaros y atacó a los bizantinos y búlgaros, lo cual hizo que su imperio se ampliara notablemente, aunque a la larga terminó siendo fuente de más problemas que beneficios.

Sviatoslav no copió a su madre. Siguió siendo pagano y actuó como lo haría un vikingo, saqueando y batallando sin tener en cuenta las estrategias e intrigas de los bizantinos. Un importante general bizantino, Juan Tzimisces, hizo que retrocediera y perdiera parte de lo conquistado, mandándolo de nuevo a Kiev. Acabar con los jázaros fue una mala táctica, ya que estos contenían las oleadas de hordas que venían de Asia Central, como los Pechenegos, que acabaron con Sviatoslav, dándole muerte y, lo que resulta más lamentable, utilizando su cráneo cubierto en oro para “adornar” el cetro del jan Kurya. Otras fuentes dicen que fue usado como copa.
Los hijos de Sviatoslav; Óleg, Yaropolk y Vladimir, se repartieron el reino. Óleg se hizo cargo del territorio de los drevlianos, Yaropolk se quedó con Kiev y Vladimir se situó en Nóvgorod. Las intrigas entre Óleg y Yaropolk degeneraron en una guerra civil que acabó con la vida de Yaropolk. Vladimir, para evitar su misma suerte, huyó a Noruega, donde consiguió un ejército con el que recuperó Nóvgorod y Kiev.

Con Vladimir a cargo del reino, Kiev floreció y se acabó con la mayor parte de los desordenes.

Hizo tratados con Constantinopla que terminaron con las hostilidades, en parte gracias a que los saqueadores ya no buscarían fortuna de este modo, sino haciéndose mercenarios de Bizancio, creándose la conocida Guardia Varega, que formó parte de las huestes al servicio de Bizancio a partir de los pactos entre Vladimir y el emperador Basilio II.
El Cristianismo fue adoptado por Vladimir, y todo el pueblo terminó convirtiéndose paulatinamente, a la vez que el paganismo desaparecía. Vladimir, pagano en principio, necesitaba una religión que le hiciera merecedor de aliados fiables, y tanteando las religiones de sus vecinos al final optó por el cristianismo.

Este hecho fue casi cómico, pues en sus discusiones con sabios que le informaban de las diversas religiones, se decían cosas tales como: “la visión del paraíso que ofrece el Islam parece apetecible, pero el hecho de no poder beber alcohol es excesivo, los búlgaros del Volga eran pestilentes, los judíos perdedores, los jázaros perdieron sus tierras hace unos años por Sviatoslav, los germanos son aburridos....
Pero la Iglesia Griega explica un informe: “No sabíamos si estábamos en el Cielo o en la Tierra. Había demasiado esplendor y belleza para que fuese la Tierra, y era casi imposible describirla. Sólo sabemos que allí Dios habitaba entre los hombres...
Los consejeros además decían “Si la fe de los griegos fuese maligna, vuestra abuela (Olga), que era más sabia que nadie, no la hubiese adoptado”.
Vladimir aún tardó en convertirse. El hecho definitivo fue conquistar la ciudad bizantina de Querson y pedir en matrimonio a la princesa Ana de Constantinopla. Entonces tuvo que aceptar el bautismo y con él consiguió casarse con Ana, devolviendo Querson en contrapartida. Ya casado, volvió a Kiev, donde se ofició un bautismo en masa en el Dniéper.

La Guardia Varega

Era un cuerpo militar mercenario que estaba compuesto por Varegos, es decir, gente procedente del Rus de Kiev o de Nóvgorod en su mayor parte, por tanto descendientes de los suecos que vinieron con Rurik y los eslavos del Rus.

Pero también nórdicos llegados de Escandinavia que buscaban fortuna como mercenarios al servicio de Constantinopla, en lugar de usar el clásico pillaje vikingo.

Posteriormente, llegaron de otras zonas, como por ejemplo los sajones.

Constantinopla tuvo una existencia complicada desde el principio, en la que tuvo que hacer constantes pactos con pueblos bárbaros y contratar mercenarios. Gracias a los generales propios y a la ayuda externa, mantuvo su territorio e incluso lo llegó a ampliar en algunos momentos en un intento de recuperar el antiguo Imperio Romano.

Bizancio tuvo que resistir duramente durante siglos, y la Guardia Varega fue uno de los  mejores aliados. La palabra varegos o varingios proviene del nórdico antiguo vaeringjar, significando palabra de honor o promesa, es decir, se comprometían a servir como mercenarios al Emperador de Constantinopla. Aunque esta palabra se empleó por los bizantinos y eslavos para definir a todos escandinavos e incluso otros pueblos germanos.

Harald Hardradi

El prototipo de varego se encuentra en la figura de Harald Hardradi.

Harald era un noruego pariente del rey Olaf II de Noruega que luchó contra los daneses y noruegos rebeldes que no aceptaban someterse al reino. Tras una herida, decidió buscar fortuna en Oriente y viajó a la corte de Kiev, donde gobernaba Yaroslav. Allí conoció a Isabel (Elizaveta),y para ganar su matrimonio tuvo que unirse a la Guardia Varega logrando grandes victorias, lo que le proporcionó una fama y una fortuna difícil de superar por cualquier otro varego.
Rico, volvió a Noruega, consiguiendo finalmente su unificación. A pesar de ello no quedó conforme y reclamó Inglaterra, pero estando a punto de conseguirlo murió, e Inglaterra quedó finalmente unificada gracias a los normandos, que curiosamente también descendían de gente procedente de Escandinavia.

En los tapices de Bayeux se cuenta la derrota de Harald Hardradi frente a Guillermo el Conquistador

Conclusiones

Las sagas nórdicas y las crónicas rusas muy posteriores coinciden en muchos detalles, con lo cual a pesar de la dificultad debido a la poca objetividad de las sagas y la lejanía en el tiempo de las crónicas rusas, se puede llegar a un cierto conocimiento de estos hechos.
De la Dinastía Ryurikida se sabe que descendía de personajes de origen escandinavo, toda la corte y ejercito que la sustentaba al principio también era de origen nórdico en su mayoría, pero poco a poco fue tomando el control una mayoría eslava. Además, los propios varegos escandinavos que vivían permanentemente en el Rus fueron adoptando la cultura eslava, en lugar de imponer la propia a los autóctonos, sin perder la relación con las tierras de sus orígenes.


Monumento a los fundadores de Kiev